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| Durante 11 meses de investigación, los uniformados adelantaron interceptaciones de comunicaciones, seguimientos a personas y lugares y verificaciones de información. Foto • Policía Caldas. |
Redacción El Caldense
Manizales, Caldas
Un trabajo articulado entre la Seccional de Investigación Criminal (SIJIN), la Seccional de Inteligencia Policial (SIPOL), el CTI de la Fiscalía y el Modelo del Servicio de Policía permitió desmantelar una presunta red de microtráfico en Manizales, tras un operativo que dejó nueve capturas y allanamientos en varios barrios de la ciudad.
Durante 11 meses de investigación, los uniformados adelantaron interceptaciones de comunicaciones, seguimientos a personas y lugares, verificaciones de información, entrevistas, declaraciones juradas, inspecciones judiciales, consultas en bases de datos y labores de vecindario. Con este material probatorio, la Fiscalía obtuvo nueve órdenes de captura expedidas por el Juzgado Primero Penal Municipal con funciones de control de garantías de Manizales.
Como parte del operativo se practicaron siete diligencias de registro y allanamiento en viviendas señaladas como puntos de almacenamiento de sustancias ilícitas. Los procedimientos se llevaron a cabo en inmuebles ubicados en los barrios Villahermosa, La Vaga de Comuneros, Sinaí y San Sebastián, donde, según la investigación, operaba la estructura dedicada al expendio de estupefacientes.
El resultado fue la captura de tres hombres y seis mujeres, entre ellas “Milena” y “Alison”, señaladas como presuntas líderes y coordinadoras de la organización. De acuerdo con las autoridades, ellas serían las responsables de la adquisición de las sustancias, su almacenamiento inicial, dosificación y posterior abastecimiento de varios expendios fijos, principalmente en el barrio Villahermosa y sus alrededores.
En la cadena de mando también figura “Omayra”, señalada de custodiar las sustancias ilícitas en su vivienda, mientras que “Claudia” se encargaba, según el expediente, de coordinar los traslados hacia los puntos de expendio. La distribución directa recaía en un grupo operativo integrado por “Paulina”, “El Burro”, “Gisela”, “Roky” y “Culitos”, descritos por las autoridades como quienes dosificaban y vendían la droga al consumidor final.
Las sustancias comercializadas eran principalmente bazuco y clorhidrato de cocaína, que se almacenaban y dosificaban en las viviendas de los líderes. Luego se empacaban en bolsas plásticas con cierre hermético y en pequeñas envolturas de papel, listas para su venta, con precios por dosis que oscilaban entre $5.000, $8.000 y $20.000, dependiendo de la cantidad y el tipo de estupefaciente.
El modus operandi de la organización se basaba en puntos fijos de expendio, principalmente viviendas, donde los compradores llegaban a buscar la droga. Según la información de la investigación, no había filtros sobre quién podía adquirir las sustancias, por lo que incluso menores de edad lograban acceder a ellas, situación que agrava el impacto social y comunitario del delito.
Durante las diligencias de captura y registro, las autoridades incautaron 69 gramos de base de coca, 70 gramos de marihuana, $2.665.000 en efectivo, ocho teléfonos celulares avaluados en cerca de $4.900.000 y una gramera utilizada, al parecer, para la dosificación de la droga. Estos elementos quedaron a disposición de la Fiscalía como material de prueba dentro del proceso judicial.
En el grupo de detenidos sobresale el caso de “Paulina”, quien, pese a encontrarse con medida preventiva de detención domiciliaria por el mismo delito de tráfico de estupefacientes, habría continuado vinculada a la organización. También figura “Omayra”, quien registra una sentencia condenatoria previa por tráfico de estupefacientes, lo que evidencia la reincidencia de algunos integrantes en este tipo de conductas.
Las personas capturadas suman en conjunto 36 anotaciones en el Sistema Penal Oral Acusatorio (SPOA) por delitos como tráfico de estupefacientes, fuga de presos, violencia intrafamiliar y lesiones personales, entre otros. Con estos antecedentes, las autoridades destacan la importancia del operativo para afectar la capacidad de acción de estructuras que, pese a los procesos judiciales, persisten en actividades delictivas.
En lo corrido del año, la Policía Metropolitana de Manizales reporta la captura de 2.203 personas por diferentes delitos, ya sea por órdenes judiciales o en flagrancia. De estas, 951 corresponden a casos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, lo que confirma que el combate al microtráfico sigue siendo una de las prioridades de la estrategia de seguridad en la capital caldense y su área de influencia.
