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El resultado fue devastador para la libre competencia: se consolidó un monopolio regional. Foto • de referencia • Shutterstock |

Redacción El Caldense
Manizales, Caldas
Detrás del aparente equilibrio del mercado de subproductos animales en Caldas, operó durante años un cartel empresarial que restringió la competencia, eliminó rivales y controló a su antojo una cadena clave en la economía agroindustrial. Ahora, tras una investigación de años, la Superintendencia de Industria y Comercio confirmó las prácticas y sancionó a los responsables con una multa superior a los 7.000 millones de pesos.
Las empresas PROSAN, SURTIPIEL, AGROSAN, CHARRY TRADING, FRIGOCENTRO y CERCALDAS fueron halladas responsables de participar en un esquema concertado de eliminación de competencia en la compra y comercialización de subproductos de bovinos y porcinos en Manizales, Chinchiná, Palestina, Neira y Aranzazu. Además, la sanción recayó también sobre diez personas naturales vinculadas directamente a las compañías.
Todo comenzó con una serie de acuerdos económicos entre PROSAN y sus competidores directos. Documentos oficiales revelaron que la empresa negoció con SURTIPIEL, CHARRY TRADING y AGROSAN para que estas se abstuvieran de adquirir subproductos en los municipios señalados. A cambio, PROSAN pagó anticipos y otras contraprestaciones económicas que, en la práctica, les compraban su salida del mercado.
Uno de los eslabones más críticos fue el de AGROSAN, que asumió el rol de único proveedor autorizado. Según la SIC, PROSAN pactó que AGROSAN fuera la única empresa a la que se debía comprar los subproductos, cerrando el paso a otros posibles oferentes. Esto significó un cierre total del mercado a nuevos actores durante años.
Paralelamente, PROSAN mantenía control sobre FRIGOCENTRO, planta de sacrificio con participación mayoritaria de los mismos accionistas. Desde allí podía autorizar —o impedir— la entrega de residuos animales a terceros, estableciendo en los hechos una muralla invisible para cualquier competidor potencial.
En 2020, mientras se anunciaba la liquidación de PROSAN, fue creada CERCALDAS S.A.S., con idéntica estructura empresarial, mismos clientes y red de proveedores. La Superintendencia determinó que su creación garantizó la continuidad del monopolio y no obedeció a una evolución del mercado, sino a una maniobra para burlar las consecuencias legales.
El representante legal de CERCALDAS es Jorge Hernán Toro Mejía, quien figura en los registros oficiales de la Cámara de Comercio. Su vinculación refuerza el argumento de la SIC sobre la continuidad del esquema empresarial sancionado.
El resultado fue devastador para la libre competencia: se consolidó un monopolio regional donde PROSAN, y luego CERCALDAS, se convirtieron en las únicas empresas que podían comercializar subproductos de origen animal. Ningún otro actor pudo operar en el mismo territorio sin la anuencia de este grupo empresarial.
Así funcionaba este esquema de Prácticas Anticompetitivas – PROSAN S.A.
PROSAN S.A. (En liquidación)
Empresa que lideró un esquema de restricción de competencia en el mercado de subproductos del sacrificio animal en Manizales y otros municipios de Caldas.
CHARRY TRADING S.A.S.
Contrato en 2017 para abstención de concurrencia en el mercado de pieles (Manizales y Chinchiná). Recibió pagos y anticipos a cambio de ceder participación.
SURTIPIEL S.A.S.
Contratos (2014-2016) para ceder mercado de pieles, sebo y decomisos. Se garantizó salida del mercado a cambio de pagos económicos.
AGROSAN S.A.S.
Acuerdo verbal en 2016 para limitar su red de proveedores. Compraba subproductos directamente a PROSAN.
FRIGOCENTRO S.A.S.
Control indirecto a través de accionistas comunes (familia Toro Mejía). Permitía a PROSAN autorizar la entrega de subproductos.
CERCALDAS S.A.S.
Empresa creada en 2020 con los mismos socios y clientes de PROSAN. Asumió operaciones tras liquidación, garantizando continuidad del control de mercado.
Municipios afectados
Manizales, Chinchiná, Palestina, Neira y Aranzazu (Caldas).