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Julio César Quintero Grisales, natural de Aranzazu, Caldas, recalca que su situación actual es producto de una mezcla de ingenuidad, confianza mal puesta. Foto • Suministrada. |
Redacción El Caldense
Manizales, Caldas
Una compleja disputa financiera enfrenta al sacerdote Julio César Quintero Grisales con Mario Garcés Monsalve, hermano del actual obispo de Cúcuta, José Libardo Garcés. El religioso afirma haber entregado más de mil millones de pesos en préstamos que, a la fecha, no han sido devueltos.
El padre Quintero, con más de tres décadas de vida sacerdotal en Manizales, señala que accedió a prestar dinero tras recibir gestos de agradecimiento y promesas sobre posibles asignaciones eclesiásticas. De acuerdo con su relato, el vínculo de confianza con el obispo habría facilitado la entrega de sumas importantes al hermano del prelado.
El sacerdote asegura que vendió propiedades heredadas y vehículos, y luego recurrió a entidades financieras para seguir entregando dinero. La deuda, que inició con montos pequeños, escaló rápidamente durante la pandemia. Según sus cálculos, a finales de 2021 el total superaba los mil millones de pesos, incluyendo intereses.
A pesar de contar con letras de cambio firmadas por Mario Garcés y con una sentencia judicial que lo obliga a pagar, el acusado se declaró en bancarrota. El sacerdote recalca que hoy afronta compromisos financieros adquiridos para cubrir los préstamos, y que continúa pagando intereses de créditos adquiridos para ayudar.
El Obispo de Cúcuta negó cualquier responsabilidad en el caso y aseguró no haber sido fiador ni haber tenido conocimiento de las deudas de su hermano. En un mensaje enviado por WhatsApp, que pidió hacer público, insistió en que sus declaraciones constan en actas firmadas ante el Tribunal Eclesiástico de Manizales.
En ese tribunal se habría producido un encuentro entre el obispo y el denunciante. No obstante, al no obtener una respuesta formal ni solución, el sacerdote optó por llevar el caso a la justicia ordinaria, que falló a su favor.
Julio César Quintero Grisales, natural de Aranzazu, Caldas, recalca que su situación actual es producto de una mezcla de ingenuidad, confianza mal puesta y aspiraciones personales que, según afirma, fueron aprovechadas.