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En 1996, cuando daba sus primeros pasos como sacerdote, González llegó a Aranzazu. Foto • Suministrada. |
Redacción El Caldense
Manizales, Caldas
El Monseñor manizaleño Humberto González Franco, hoy una figura cercana al papa León XIV en el Vaticano, dejó huella en Caldas y Aranzazu, norte del departamento, donde inició su labor sacerdotal en los años noventa.
Aproximadamente en 1996, cuando daba sus primeros pasos como sacerdote, Monseñor González llegó a Aranzazu, donde rápidamente se ganó el cariño de la comunidad. Su cercanía con los jóvenes lo llevó a crear un espacio en el canal local TELAR, con el programa “Koinonía”, desde el cual promovía valores y reflexiones cristianas.
Durante ese tiempo, trabajó activamente con las juventudes del municipio y forjó una conexión afectiva que aún perdura. Su paso por esta comunidad marcó el inicio de un camino eclesiástico que lo llevaría hasta el centro de la Iglesia católica.
Ya instalado en Roma, lleva 19 años vinculado al Vaticano. Fue colaborador cercano de la Pontificia Comisión para América Latina y ha trabajado con tres pontífices: Benedicto XVI y Francisco y con el recién electo sucesor de Pedro, León XIV.
“Estoy emocionado, hermano, porque es mi jefe”, dijo con alegría el monseñor cuando se anunció al nuevo papa. Y es que González no solo lo conoce: lo considera su amigo y ha sido parte de su entorno espiritual más próximo.
También es recordado por una frase que pronunció para los micrófonos de W Radio en Colombia: “El futuro de la Iglesia estará en Latinoamérica”. Una afirmación que sonó a profecía, pues poco después sería elegido León XIV, el primer Papa estadounidense, quien vivió 40 años en Perú y donde fue nombrado Obispo.
González nunca ha perdido su conexión con Manizales, su ciudad natal, a pesar de haber ocupado uno de los cargos más representativos en la estructura eclesiástica sudamericana. Su vida y testimonio siguen siendo motivo de orgullo para Caldas.
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