![]() |
Foto • Lavaive |

Redacción El Caldense
Manizales, Caldas
La industria cafetera colombiana enfrenta un nuevo desafío en el mercado internacional. El gobierno de Estados Unidos impuso un arancel base del 10% a todas las importaciones de café colombiano, medida que genera inquietud entre los exportadores, aunque sin causar alarma generalizada.
La decisión se enmarca en un escenario de guerra comercial intensificada, en el que varias naciones han visto sus productos gravados como parte de la política proteccionista del presidente Donald Trump.
Boris Wüllner, director de Innovación y Proyectos Especiales de Green Coffee, principal productora nacional del grano, explicó que el impacto directo del nuevo arancel recaerá sobre los consumidores estadounidenses. “Veremos un aumento de precio para los compradores, que asumirán ese 10% extra en el costo. Pero no creo que eso los haga dejar de tomar café”, afirmó en entrevista con el diario económico La República.
A pesar del ajuste, el ejecutivo considera que el panorama podría ser favorable. Mientras Colombia enfrentará un arancel del 10%, Vietnam e Indonesia deberán pagar tasas del 46% y 32%, respectivamente, lo que deja al café colombiano en una posición más competitiva.
Para responder a la nueva normativa, Green Coffee implementó una estrategia que consiste en exportar el grano verde y tostarlo en territorio estadounidense, lo que permite evitar aranceles mayores y optimizar la cadena productiva.
“Desde hace cinco años veíamos que el futuro del café estaba en la verticalización. Hoy estamos recogiendo los frutos de anticiparnos. Reducir intermediarios y optimizar procesos nos permite mantenernos competitivos, incluso con un arancel adicional”, aseguró Wüllner.
La empresa calcula que, a pesar del aumento arancelario, su café aún costará un 5% menos que el de sus competidores en el punto de venta, lo que refuerza la viabilidad de su modelo exportador frente a las nuevas condiciones del mercado.